Querida familia, como
siempre por estas fechas, quisiera compartir algunos pensamientos con ustedes.
Los que me conocen, ya saben que no soy mucho de fechas señaladas y que pienso
que es en el diario vivir donde hay que estar siempre para las buenas y para
las malas, con la gente que nos rodea. Pero es cierto que en días como los que
vienen, parece que sale de nosotros algo un poco más especial que el resto del
año.
Reflexionando sobre este año, les diré, que ha sido uno de
los más importantes de mi vida, por no decir el más, ya que como sabéis estoy
pasando por una nueva etapa de mi vida. En estos meses, ha pasado un poco de
todo, cosas buenas, cosas no tanto, algunas decepciones importantes y sobre
todo, en las que más me centro, muchas cosas maravillosas.
Asociación VITAL, sigue adelante y avanza cada día,
compartiendo y ayudando a muchas personas que lo necesitan. Seguimos siempre
adelante con esperanzas e ilusión, intentando aportar nuestro granito de arena
para mejorar un poco aunque sea, la situación de las personas que más lo
necesitan. Mi vida universitaria sigue su curso, un poco lento debido a los
percances que cada día embargan a miles de estudiantes en Honduras, pero se
mantiene firme. Ya solo quedan una decena de clases y listo.
Cada día que pasa, afianzo más mis convicciones y creencias,
en las que vislumbro un futuro positivo tanto para mí, como para todas las
personas que de una u otra manera, intervienen en mi vida. Este año, como les
decía ha sido y está siendo sumamente importante pues han pasado y están
pasando muchas cosas buenas. Por fin, después de casi dos años, me dispongo a
poder compartir con mi familia y mi gente de allá de España, donde además de
descansar un poco, recargaré todas mis energías para poder dar siempre lo mejor
de mí. Iré acompañado por mi amada esposa, con la cual estoy forjando una vida
y un futuro muy prometedor y la que se ha convertido en pieza fundamental de mi
vida y de todo lo que rodea a esta. Su hermana Ruth, excelente persona a la que
quiero muchísimo, viene con nosotros y esperamos pasar unas fiestas encomiables
y llenas de alegría y amor.
Les ruego que, en la medida de lo posible, reflexionen un
poco sobre este mundo en el que vivimos. Desearía que todos ustedes encontraran
como yo lo hice, una paz interior y una sensación de plenitud y libertad como
nunca antes en mi vida había tenido. ¿Cómo lo hice?, entregando todo lo que
tengo a los demás. Parece tópico y típico dar mensajes de este tipo pero a
pesar de caer en esta especie de pensamiento utópico, no puedo negarles que fue
así como encontré lo que tanto deseaba. Dando, serán más felices que de
cualquier otra forma. Miren a su alrededor y seguro encontrarán a alguien que
necesite de ustedes; un oído amigo, un consejo, unas palabras y por qué no,
también quizá algunas monedas para aliviar alguna necesidad.
Sin más, les deseo que pasen unas excelentes fiestas. Feliz
Navidad y Próspero Año Nuevo. Que la paz y el AMOR inunden vuestras vidas. Os quiero y no os olvido. Seguimos
Adelante.
Sergio Ávila Ojeda
